O cómo el periodismo se ha convertido en una trampa
Hace ya tiempo que el periodismo dejó de ser periodismo. Cuando entré en el Grado de Comunicación Audiovisual, de las primeras frases que recibimos en la carrera por parte de los profesores fue:
“La diferencia entre Comunicación Audiovisual y Periodismo es que el primero busca dar la noticia y el segundo quiere ser noticia.”
Como las grandes frases que te acaban definiendo, en ese momento no la entendí. A día de hoy, me canso de verla retratada en cada titular que leo. Como siempre, hecha la ley hecha la trampa, y en la era en la que cada click cuenta, el periodismo no iba a ser menos.
Nos han reducido a números. No somos más que una cifra en el incansable contador de visitas y anuncios en la web de una revista o periódico. En eso se ha convertido todo. En cuantas personas entran en tu web, dan like a tu foto, comparten tu noticia o comentan en tu publicación. Da igual si la persona ha entrado por que está interesada o ha caído en el clickbait. Da igual si comparto la noticia porque estoy a favor o en contra. Da igual si comento para aplaudir o para acordarme de todos tus ancestros.
Lo que cuenta es tan solo un número. Premia la cantidad por encima de la calidad. Pero la mayoría de veces, somos los propios usuarios los que alimentamos a esta bestia feroz. Nos creemos que por compartir algo contrarrestando lo que dice, les estamos quitando credibilidad, pero en realidad, lo único que hacemos es darle voz y espacio.
Nuestras voces no tienen cabida en un mundo en el que no somos más que números. Pero lo que no saben es que nosotros tenemos el poder.
¿Cómo puedo usar mi poder?
¿Cuánta veces has hecho retweet en algo diciendo que estaba mal, que no tenía razón, que era una vergüenza y una lista incontable más de motivos? ¿Cuántas veces has caído en un titular que decía alguna barbaridad que luego resultaba estar fuera de contexto?
Lo único que has hecho es que ese contenido llegue a más gente, y por lo tanto ellos consigan mayor visibilidad. Sin quererlo, les has hecho el trabajo sucio. Pero no te culpes ni te fustigues. Ese es su trabajo. Pero lo justo es que todos juguemos con las mismas normas.
- Evita caer en los clickbaits. Es complicado, lo sé. Pero antes de pinchar en la noticia que has visto por redes, busca en comentarios. Hay gente que ya ha caído antes.
- No compartas contenido original. No cites, ni retwitees. Ni les menciones. Incluso a veces es mejor ni escribir el nombre correcto de a quién haces referencia, porque eso luego también aparece en búsquedas.
- Si necesitas comentar algo, haz una captura. Así no darás visitas ni visualizaciones “involuntarias”.
Recuerda que todo esto también funciona al revés, así que si quieres apoyar a alguien, siempre puedes darle like, compartir, comentar y visitar muchas veces la web
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