O el valor solo por la posibilidad de existir
Vivimos en la era de la inmediatez, dónde cada día millones de personas compiten por ser trend. Una época en la que todo es efímero, la fama dura un suspiro y el arte ha pasado de moda antes del desayuno. Cuando todo es fast y el arte busca ser viral más que impactar; el hiperrealismo rompe con esto.
¿Qué es el hiperrealismo?
Para aquellas pocas personas que no lo sepan, y como su propio nombre indica:
El hiperrealismo es un movimiento artístico figurativo que reproduce la realidad con una nitidez y definición semejante a la exactitud fotográfica
O lo que viene siendo lo mismo, una fotografía pintada. No hace falta ser muy listo para darse cuenta la cantidad de tiempo que implica este tipo de obras, algo no muy acorde a lo que hablabamos antes de la velocidad con la que consumimos a día de hoy. Pero el problema no es el tiempo que lleva hacer un cuadro de este tipo. Además, no contentos con la dificultad, suelen tener unas dimensiones bastante desproporcionadas, lo que aumenta el tiempo de producción. Lo peor es saber que existe un mismo mecanismo para obtener el mismo resultado que es instantáneo: una foto.
Entonce, ¿vale la pena el hiperrealismo?
Al fin y al cabo, todo es cuestión de perspectiva (pero cómo todo en la vida, vamos). Si lo valoramos desde el punto de vista objetivo (materiales, tiempo, dinero…) claramente la respuesta es un “no”. Pero el arte no se mide de manera objetiva. Su valor va mucho más allá de los materiales y el tiempo; o incluso de las técnicas y los años de aprendizaje. En el caso del hiperrealismo, todavía es más flagrante la imposibilidad de medir su valor de manera objetiva.
El verdadero valor del hiperrealismo reside en la posibilidad de su própia existencia. Algo que suena tan trascendental, es la base del arte; y si lo extrapolamos, podríamos decir que es también la base de toda nuestra sociedad. En un momento vital en el que la felicidad, la dopamina y el placer inmediato dominan por completo la sociedad; saber que existen cosas cuyo valor viene definido tan solo por su mera existencia (no por lo que cuesta a nivel objetivo, por lo que aporta o por lo que puede producir para la sociedad) me parece de las cosas más bonitas del mundo:
Valer tan solo por ser.
Nadie cuestionaría el valor de un cuadro hiperrealista, entonces ¿por qué cuestionar el tuyo? La cantidad de casualidades que han debido coincidir para que hayas llegado hasta este momento, siendo la persona que eres en la actualidad y estar leyendo este texto no tiene precio. Así que no lo cuestiones. Cuando aprendes a valorar las cosas por la simple posibilidad que puedan existir, empiezas a verlo todo con otros ojos. Parece que no, pero el mundo se convierte en un lugar un poco más bonito.
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